Ottmar Ette. WeltFraktale. Wege durch die Literaturen der Welt. Stuttgart: Ed. JB Metzler, 2017

latinoam. 2018 ; (67)
doi: 10.22201/cialc.24486914e.2018.67.57067


I

En 1967, el matemático Benoît Mandelbrot publicó en la revista Science su célebre artículo “How long is the Coast of Britain?” Entre otras cosas que conmocionaron y revolucionaron a la racional ciencia matemática de su tiempo, por conceder un lugar importante al empirismo y a la intuición, Mandelbrot propuso establecer un vínculo entre la Geometría —dominada hasta entonces por puntos y su sucesión para formar curvas y líneas ideales— y las formas no ideales o no lisas de la Naturaleza -como son los grandes pliegues y las pequeñas rugosidades. Estas formas rugosas e irregulares que en su calidad de invisibles se intuyen presentes en cualquier superficie, solían ser excluidas del cálculo exacto de la geometría euclidiana.1 Una década más tarde, el mismo Mandelbrot introdujo por primera vez el término fractal en la ciencia matemática para hacer referencia a esas formas irregulares impregnadas de la capacidad de repetirse y compartir entre sí la similitud de su diseño. Palabras más, palabras menos, ese fue el origen de la geometría fractal.

Exactamente cinco décadas después de la aparición de “How long is the Coast of Britain?”, Ottmar Ette publica en 2017, bajo el sello de la editorial alemana J. B. Metzler, su libro WeltFraktale. Wege durch die Literaturen der Welt (Fractales del mundo. Caminos a través de las literaturas del mundo).2 En este volumen se reúnen las conferencias dictadas por O. Ette durante el último trienio en foros académicos internacionales ubicados en distintas coordenadas geográficas: Rostock, Romainmôtier, Potsdam, Münster, Marsella, Marbach, Estambul, Ciudad de México, Cuiabá, Cosenza, Colonia, Chengdu, Bucarest y Beijing son solo algunas de ellas. WeltFraktale. Wege durch die Literaturen der Welt es el resultado de las hipótesis, profundas reflexiones y propuestas de O. Ette en torno a una nueva manera de analizar, estudiar, discutir y entender las Literaturen der Welt o literaturas del mundo.

Con una breve introducción a la propuesta de Mandelbrot, es fácil trazar una línea paralela entre “How long is the Coast of Britain?” y WeltFraktale. Wege durch die Literaturen der Welt, no solo porque el ingenio de O. Ette conjunta el discurso de la ciencia literaria con el de las ciencias naturales y la ciencia matemática, sino porque echa mano de los principios más evidentes de las cargas temáticas de la historia literaria para exponer y explicar algunas de las similitudes compartidas por casi todas las literaturas del mundo.

A decir de O. Ette en el prefacio de su autoría para el mencionado libro, las literaturas del mundo, a pesar de sus diferentes orígenes y procedencias, comparten temas en común. Todas gozan de la capacidad de sobrevivir al dinamismo del paso de los siglos, a las transformaciones de los sistemas políticos y de las organizaciones sociales que las vieron surgir, pero sus características más sobresalientes son su capacidad para conservarse inmarcesibles y sobrevivir a la extinción de las lenguas en las que fueron escritas.

Desde la neural complejidad de Mimesis. Dargestellte Wirklichkeit in der abendländischen Literatur (Mimesis. La representación de la realidad en la literatura occidental), con el reconocimiento de Ulises y el Antiguo Testamento como centros gravitacionales, y la constante y obligatoria alusión a Dante als Dichter der irdischen Welt (Dante, poeta del mundo terrenal ), ambas obras del comparatista y filólogo alemán Erich Auerbach, O. Ette consigue establecer una primera comparación geográfica para describir la continuidad y discontinuidad de las tradiciones literarias orales y escritas, de tal suerte que la continuidad está anclada a los grandes entes totales como los continentes, mientras que la discontinuidad está altamente vinculada a los entes disgregados, como los archipiélagos o los fractales —en su calidad de modelos reducidos. Al igual que sucede con el modelo de los fractales de Mandelbrot, las estructuras básicas de estos modelos en miniatura son susceptibles de repetirse en diferentes escalas y conformar familias de modelos fractales. Y es gracias a esta recursividad que el resultado del análisis de estos modelos en miniatura es equiparable en todas y cada una de sus escalas.

Observar el comportamiento dinámico y nómada de las Literaturen der Welt en el contexto de esta geografía literaria propuesta por O. Ette, nos permite descifrarlas en su origen y entenderlas como literaturas gestadas en el seno de diversos contextos diseminados a lo largo y ancho del planisferio. Sin excepción, estos contextos se encontrarán vertebrados por las múltiples particularidades de sus estructuras sociales. Así, las literaturas del mundo, al nacer en diferentes temporalidades y latitudes y rodeadas de condiciones muy particulares, serán capaces de configurar un sistema de referencia encargado de sostenerlas y mantenerlas vigentes, a pesar de la desaparición de la lengua original en la que fueron narradas o escritas.

II

Como he apuntado en el apartado anterior, los conceptos propios de las ciencias naturales se integran armónicamente a las reflexiones filológicas y literarias de O. Ette. Lo mismo sucede con los términos provenientes de las ciencias sociales presentes en WeltFraktale. Wege durch die Literaturen der Welt. Y cuenta de esto dan las múltiples referencias literarias encaminadas a ejemplificar una historia de la literatura regida por las grandes globalizaciones.

A partir del texto de Pascale Casanova, La République mondiale des lettres, descendiente natural de las observaciones filosófico-sociales de Pierre Bourdieu en Les règles de l’art. Genèse et structure du champ littéraire, se puede decir —siguiendo el camino trazado por O. Ette— que la historia literaria constituye una totalidad continental bajo la forma de un texto narrativo no heterogéneo. En esta dimensión continental de la literatura, todo lo celebrado, todo lo publicado, todo lo traducido, todo lo escrito, todo lo creado reconoce como capital literaria a París, el corazón de la república francesa. Por su carácter nacional y central, se puede o no estar de acuerdo con lo postulado por P. Casanova, pero lo importante para O. Ette es mostrar y demostrar que es posible efectuar otra lectura del texto narrativo de la historia literaria y de la filología: una lectura de carácter insular, una lectura fractal que permite asentar las bases de una filología con otras lógicas, con múltiples posibilidades de interpretación de ese “paisaje cultural” tan característico del archipiélago, vestido siempre con el eco de la gala poética de Lezama Lima. Ese archipiélago discontinuo que, sin importar si su brisa es de origen caribeño, pacífico o austral, se despliega para ser entendido a la manera de los modelos miniatura de la fractalidad, al tiempo que permite realizar una lectura recursiva de las literaturas del mundo

Por su parte, la metáfora de los paisajes culturales de O. Ette, encabezada por J. W. von Goethe y Alexander von Humboldt, es un constructo con una dinámica genérica particular: la Reiseliteratur (literatura de viaje) resulta ser el género literario ideal para establecer consistentes vínculos epistemológicos que ayudan a conformar una realidad alrededor de la complejidad de los procesos globales.

III

El quinteto de ejes temáticos expuestos por O. Ette para el sustento de su propuesta aparece por primera vez en su prefacio titulado “Jenseits der Weltliteratur” (“Más allá de la literatura mundial”). El primer eje temático, “Theorie: Auf dem Weg zu einer Philologie der Literaturen der Welt” (“Teoría: en el camino a la filología de las literaturas del mundo”), tiene como fuente principal —y como he comentado con anterioridad— el referencial Mimesis de Erich Auerbach. En el segundo eje temático, “Vektoren: Politische und kritische Potentiale relationaler Philologie” (“Vectores: potenciales políticos y críticos de la filología relacional”), se deja en claro que el origen del cambio de paradigma en el mundo occidental es consecuencia directa de las anotaciones y de los conflictos surgidos a partir de los viajes de exploración.

La triada temática restante está conformada por “Archipel I: Occidentes-Orientes” (“Archipiélago I: Occidente-Oriente”) y “Archipel II: America(s) transareal” (“Archipiélago II: América(s) transareal(es)”). Estos dos archipiélagos no se encuentran juntos. Entre ellos hay otro eje temático: “ZeitRäume: Vom Lebenswissen der Literaturen der Welt” (Espacios temporales: “Del conocimiento vital de las literaturas del mundo”).

En aras de la recepción y del privilegio de la inigualable experiencia de la lectura individual de WeltFraktale. Wege durch die Literaturen der Welt, desisto de reseñar la fractalidad y la recursividad de los selectos archipiélagos propuestos por O. Ette; pero comparto generosa con el lector algunas de las impresiones de mi primer acercamiento a los caminos entre las literaturas del mundo: La prosa de O. Ette en su lengua materna ofrece un desplegado de matices filológicos que no tiene desperdicio y lo vaticino como un reto importante para el traductor que se adentre en esta novedosa lectura de la interpretación y el análisis en el campo de los estudios filológico-comparatísticos. En este extraordinario discurso, los vínculos entre el ingenio y la creatividad, los pasajes y paisajes literarios, la diversidad en materia de temporalidad y el rigor académico se comportan como piezas dinámicas sobre el mapa literario del mundo.

La delicada filigrana de la geografía literaria y de la cartografía filológica trazada por O. Ette en WeltFraktale. Wege durch die Literaturen der Welt se antoja para recorrerla con todos sus caminos y con todas sus escalas estratégicas en los puertos de las biografías, de las teorías y de los textos literarios sugeridos en su bibliografía de 17 páginas: de Pérégrinations d’une paria de Flora Tristan en Perú al “Über das Marionettentheater” de Heinrich von Kleist; de La epopeya de Gilgamesh al Shi Jing, de los postulados teóricos de Ottmar Ette a las reflexiones literarias nacidas de la lectura personal.

La recursividad o repetición de temas y motivos en las diferentes tradiciones literarias, ubicadas en las distintas coordenadas del mapamundi y su momento de aparición en la historia de las literaturas del mundo, se convierten en el punto de apoyo para realizar una lectura vectorial que indistintamente puede dirigirse hacia el pasado o hacia el futuro. WeltFraktale. Wege durch die Literaturen der Welt es un libro con un acercamiento novedoso a la historia literaria, es el testimonio de las interconexiones que surgen naturalmente entre saberes, es un fractal ejemplar en el que se observan con detalle los apasionantes viajes de exploración entre ciencias, tan distintivos en la vida académica de Ottmar Ette.


1.

fn1En su ensayo “De islas, fronteras y vectores. Ensayo sobre el mundo insular fractal del Caribe”, publicado en Iberoamericana. América Latina-España-Portugal (2004), O. Ette traza una clara paralela entre su propuesta y los postulados de B. Mandelbrot. Sobre el camino de esa paralela y la lectura de WeltFraktale. Wege durch die Literaturen der Welt, surgió esta reseña.


2.

fn2Agradezco a Ottmar la cariñosa dedicatoria para los Rall en el ejemplar que encontró su lugar en nuestro estudio junto a los demás libros de su autoría.

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